El pasado mes de diciembre, La Generalitat acordó con Fomento sacar los camiones de mercancías de los tramos más problemáticos de la N-340 y trasvasarlos a la AP-7, mientras que la Diputación de Guipúzcoa continúa adelante con sus planes en la AP-8.
Todos los alcaldes de los 25 ayuntamientos catalanes afectados por los problemas de congestión y seguridad vial derivados del abundante tránsito de camiones pesados que soporta la N-340, estuvieron de acuerdo en apoyar el traslado de los tráficos de mercancías a la AP-7 al considerar que es la mejor solución para reducir la alta siniestralidad que soporta esta carretera.
Estos peajes fueron aprobados por un periodo de un año, es decir, hasta enero del 2019. Los tramos de la N-340 que resultarían afectados son los situados entre Peñíscola y Hospitalet del Infante y entre Altafulla y Villafranca del Penedés.
Controversia con los peajes obligatorios para camiones un año después.
Actualmente, y después de casi un año de su implantación, el Conseller de Territorio y Sostenibilidad ha llegado a un acuerdo con la Federación de Asociaciones de Transporte de Cataluña para mejorar este sistema de desvío de camiones.
La Generalitat ha comunicado su comprensión al respecto, entendiendo como un agravio a los transportistas, el no poder reincorporarse en sentido de la marcha desde las nacionales a las autopistas.
Se trata de una situación que lo único que hace es «alargar las rutas, hacer perder el tiempo y aumentar los costes económicos de los servicios». Para conseguir que la Generalitat se plantee repensarse el decreto, ha sido necesario diversas protestas en forma de marchas lentas de camiones y la amenaza de nuevas movilizaciones en víspera del puente de Todos los Santos.
El Conseller destaco que cuando se redactó el decreto se «primó la seguridad por encima de los costes» y que desde que se instauró el desvío ha bajado la accidentalidad de forma drástica y las víctimas mortales.
De momento la Generalitat ha dicho, que aunque no se plantean incrementar la cuantía de las bonificaciones que dan a los vehículos pesados, para estos desvíos de la N-340 y la N-240 hacia las autopistas de peaje, si se plantean proponer subvenciones a los residentes del ámbito de la N-240.
El Conseller ha querido recordar que todas son medidas transitorias y que lo que se debe hacer es desdoblar la nacional y pasar a ser un sistema de gestión de vías de altas prestaciones no mediante peajes, sino por viñetas. Por lo que deberemos estar atentos, de aquí hasta que se cumpla el año de vigor de dicho decreto, para ver que ocurre finalmente.